Gestión térmica: garantice una disipación de calor adecuada para los componentes de alta potencia.
Blindaje de EMI: incorpore técnicas de diseño para minimizar la interferencia, especialmente en aplicaciones inalámbricas.
Tolerancias de fabricación: siga las pautas de diseño de PCB para garantizar la capacidad de fabricación y confiabilidad.
Una placa base CPU diseñada para robots de IA es crucial para administrar operaciones complejas, procesamiento de datos y toma de decisiones en tiempo real. Este tipo de placa base sirve como el núcleo del gabinete de control de robots, integrando varios componentes e interfaces esenciales.
Características clave
CPU de alto rendimiento:
Por lo general, equipados con procesadores múltiples (p. Ej., Intel, AMD o ARM) para manejar los cálculos intensivos necesarios para los algoritmos de IA y las tareas de aprendizaje automático.
Aceleradores de IA dedicados:
Puede incluir chips especializados como GPU (unidades de procesamiento de gráficos) o TPU (unidades de procesamiento de tensor) para acelerar las cargas de trabajo de IA.
Memoria y almacenamiento:
RAM: RAM de alta capacidad (EG, DDR4/DDR5) para el acceso rápido de datos.
Almacenamiento: SSD (unidades de estado sólido) para recuperación de datos rápidos y almacenamiento de grandes conjuntos de datos.
Interfaces de E/S:
Múltiples puertos para sensores de conexión, cámaras, actuadores y módulos de comunicación (por ejemplo, USB, Ethernet, HDMI, CAN).
Gestión de energía:
Sistemas de distribución de energía eficientes para garantizar que todos los componentes reciban una potencia adecuada, con opciones de redundancia y sistemas de respaldo.
Soluciones de enfriamiento:
Sistemas de enfriamiento integrados (ventiladores, disipadores de calor) para mantener temperaturas de funcionamiento óptimas durante las tareas intensivas.